Ático de los libros nos trae en septiembre "Augustus Carp" de Henry Howarth Bashford... Un clásico de la literatura cómica inglesa moderna inédito en castellano...
Título: August Carp
Autor: Henry Howarth Bashford
Traducción: Claudia Casanova
PVP: 17,50
Formato: 13x21cm, 240 páginas
Puesta a la venta: 3 de septiembre de 2012
ISBN: 978-84-938595-4-1
El protagonista es Augustus Carp, un
hombre que se tiene a sí mismo por un ciudadano ejemplar pero que, en
realidad, es egoísta, malévolo e hipócrita. De niño pospone su ingreso
en la escuela mediante diversas tretas y, cuando por fin se ve obligado a
inciar sus estudios, martiriza a sus profesores denunciándolos cada vez
que dicen una palabra malsonante. Pasan los años y, aunque no logra
acabar la enseñanza básica, chantajea al director de su escuela para que
le consiga un trabajo en una librería. Una vez allí, denuncia por
borracho al encargado para hacerse con su puesto. Carp es especialista
en ver la paja en el ojo ajeno e ignorar la viga en el propio.
Carp emprende, además, continuas campañas contra la lascivia, la bebida y el tabaco, mientras a su vez cae en muchos otros vicios en nombre de la piedad. Cuanto más estirado y soberbio es Carp, más divertido y ridículo resulta para el lector. Carp siempre encuentra una excusa para sus propios pecados. Así, la gula, si es suya, es apetito saludable; delatar a los demás es devoción a la verdad; el chantaje es castigo a los pecadores y su constante tendencia a las flatulencias sólo mala salud. Carp es ajeno, además, a las situaciones vergonzosas que provoca, sea por su incapacidad de bajar de los autobuses sin caerse, por sus problemas crónicos con las flatulencias o por su divertidísima cruzada para salvar a una linda actriz de teatro de los pecados de su profesión, que le llevará a una borrachera de proporciones épicas producida por el consumo desmesurado de un misterioso «zumo de frutas».
Carp emprende, además, continuas campañas contra la lascivia, la bebida y el tabaco, mientras a su vez cae en muchos otros vicios en nombre de la piedad. Cuanto más estirado y soberbio es Carp, más divertido y ridículo resulta para el lector. Carp siempre encuentra una excusa para sus propios pecados. Así, la gula, si es suya, es apetito saludable; delatar a los demás es devoción a la verdad; el chantaje es castigo a los pecadores y su constante tendencia a las flatulencias sólo mala salud. Carp es ajeno, además, a las situaciones vergonzosas que provoca, sea por su incapacidad de bajar de los autobuses sin caerse, por sus problemas crónicos con las flatulencias o por su divertidísima cruzada para salvar a una linda actriz de teatro de los pecados de su profesión, que le llevará a una borrachera de proporciones épicas producida por el consumo desmesurado de un misterioso «zumo de frutas».
Tiene buena pinta, me gusta la labor que hacen en ático de los libros para rescatar clásicos que son inéditos en nuestro país... ¿Qué os parece?
Nos leemos
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