"Augustus Carp", reseña Nº38

Administrador de una parroquia, superintendente de la catequesis y presidente de la Liga por la Pureza de San Potamus, Augustus Carp tiene por  costumbre exponer los pecados de los demás mientras, al mismo tiempo, es perfectamente capaz de ignorar los propios.

Desde su más tierna infancia, Augustus emprende continuas campañas contra la lascivia, la bebida y el tabaco, mientras a su vez cae en otros muchos vicios en nombre de la piedad. Cuanto más en serio se toma Carp a sí mismo y más enardecidamente lucha contra los pecadores, más hace reír al lector, que verá fácilmente a través de la supuesta caridad cristiana del protagonista.

La vida de Carp recorre un abanico de situaciones vergonzosas que van desde su incapacidad de bajar de los autobuses sin caerse, pasando por sus problemas crónicos con las flatulencias o su cruzada para salvar a una linda actriz de teatro de los pecados de su profesión, hasta una borrachera de proporciones épicas producida por el consumo desmesurado de un misterioso zumo de frutas.

Lo primero que tengo que decir de éste libro es que me ha encantado, es diferente, muy diferente a lo que suelo leer y me ha hecho reír un montón...

Es un clásico de la literatura inglesa de principios de siglo XX, un libro entretenido, divertido, irónico....

Esta escrito en forma de autobiografía, lo que le hace aún más divertido pues es el propio Augustus el que nos cuenta sus aventuras... Augustus Carp desde su nacimiento ha estado muy influenciado por el comportamiento de su padre, un hombre recto, un hombre de Dios, un hombre al que le daba igual si tenía que pisar a alguien para llega antes... Durante todo el libro es un fiel reflejo de su padre... Creo que lo que mejor le definiría son los 7 pecados capitales:

- Lujuria
- Ira
- Avaricia
- Gula
- Pereza
- Envidia
- Soberbia

En mayor o menor medida nuestro protagonista nos va mostrando cada uno de estos siete pecados capitales a lo largo del libro en situaciones que nos arrancarán más de una sonrisa carcajada... Es una especie de parodia del estilo de vida más conservador de aquella época.

... si bien es cierto que he padecido, y sigo padeciendo, aparte de la referida indigestión, varias formas de neurastenia, una fuerte tendencia al eccema,  a los dolores de cabeza occipitales, los eructos y reflujos gástricos, y la distensión flatulenta del abdomen. Sin embargo, y pese a que nunca me vacunaron, siempre he sido inmune a la viruela.

El libro va desde su nacimiento hasta el nacimiento de su hijo, cada decisión que toma, cada acción que realiza nos lleva de un capítulo a otro... A medida que va creciendo sus malas intenciones se van acrecentando y por mucho que intenta luchar contra los pecadores no es más que otro pecador camuflado bajo una biblia...

Que ese bribonzuelo, prácticamente una rata de alcantarilla, después se convirtiera en soldado en el Ejército, y más tarde alcanzará el rango de mayor en la última guerra, e incluso recibiera, según tengo entendido, algún tipo de condecoración o medalla al mérito, es uno de los trastornos sociales más lamentables de los que este conflicto bélico es responsable.

A lo largo del libro nos encontraremos con varios personajes importantes en la vida de Augustus, más enemigos que amigos y todos tendrán algo que ver en el inexorable final que acaba contándonos Augustus... Todo tiene connotaciones cómicas, desde el la simple elección del nombre hasta un fatídico accidente que ocurre en el libro... Quizá eso lo hace tan ameno que el libro está pensado para reírnos de la vida... Posiblemente en la época en la que vivimos a más de uno le vendría bien una lectura de este tipo para evadirse de la realidad... En alguna ocasión la trama nos sorprenderá con la vuelta de algún personaje que ya teníamos olvidado que no hará más que acrecentar nuestra diversión a la par que el mal humor de nuestro protagonista... Cómo he dicho antes es un fiel reflejo de su padre y se ve durante todo el libro, Su creencia en Dios, su lucha contra los pecadores, la manera de conseguir lo que quiere sin pensar en los demás... Al principio será su padre el que le meta ciertas ideas en la cabeza, pero poco a poco el pequeño Augustus madurará las malas artes en su cabeza y será él el que le comunique a su padre sus pensamientos sobre sus futuras acciones.

Es entonces, lamentablemente, intoxicado por el conocimiento de haberse convertido, en palabras de mi padre, en un adulto en edad de contraer matrimonio, cuando el joven empieza a darse por primera vez al estanquero y al dueño del bar: compra el cigarrillo que tan inevitablemente le llevará a tener malas y licenciosas compañías, y el licor fermentado que terminará por confinarle en el ataúd de un borracho.

Un libro protagonizado por un desmesurado creyente que a veces cuando leía pensaba que conozco a gente que siendo cómo son hoy con la religión en aquella época serían un Augustus Carp más... Y no voy a negaros que me hizo gracia imaginármelos en las mismas situaciones a las que se enfrenta Augustus... 

...era el afortunado dueño de una nariz excepcionalmente grande y bien perfilada, mientras que en sus enormes orejas, con sus lóbulos desvergonzadamente protuberantes, se manifestaba la rara facultad del movimiento independiente.

Una de las cosas que más me han gustado es los título de cada capítulo en los que nos cuenta que cosas va ha desarrollar en ese capítulo. Y también las ilustraciones que hay entro del libro que son las originales de la primera edición creadas por "Robin", nombre artístico de Marjorie Blood una célebre dibujante... Cosa que hace que nos parezca tener una pequeña joya inglesa en nuestras manos...

EL AUTOR

Sir Henry Howarth Basforth (1880-1961) fue Director Médico del Servicio Postal del Reino Unido, Asesor Médico del Tesoro de su Majestad y Médico Honorario del rey Jorge VI. Publicó numerosos artículos de científicos en The Lancet y varios libros de ensayo, Augustus Carp es su única obra cómica y, quizá por ello, decidió publicarla de forma anónima en 1924. La obra estuvo agotada durante décadas hasta que Anthony Burgess y una legión de lectores la recuperaron en la década de 1960 y establecieron definitivamente su prestigio como una de las grandes novelas de humor del siglo XX. No se descubrió que Bashford era su autor hasta después de su muerte.

Nos encontramos ante un libro divertido... Un libro, que a mi parecer, no debería faltar en ninguna biblioteca...

Le doy un 5 de 5

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